martes, 4 de diciembre de 2007

DIA DE LA MEDICINA LATINOAMERICANA. LA LABOR DEL DR. CARLOS JUAN FINLAY.

Publicado por Jorge A. Motta, el 03 de Diciembre de 2007

Ayer, 3 de diciembre, recordamos el natalicio del Dr. Carlos Juan Finlay y también celebramos el Día de la Medicina Latinoamericana. Recordamos y también rendimos tributo no solo a todos aquellos, en Latinoamérica, que han dedicado sus vidas al avance de las ciencias médicas y a mitigar el dolor humano sino también a la persona que iluminó la oscuridad que nos impedía ver cómo conquistar enfermedades que habían torturado a la humanidad por siglos.
Hace más de 126 años el Dr. Finlay describió la relación entre el mosquito Aedes aegypti y la fiebre amarilla durante una histórica presentación en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, la cual tituló: El mosquito considerado como agente de transmisión de la fiebre amarilla.
Su teoría, como ha pasado muchas veces con ideas nuevas que rompen con viejos dogmas equivocados, fue rechazada y ridiculizada por muchos de sus colegas. Pero su sabiduría, amor a la ciencia y perseverancia le dieron la fuerza para esperar y ver, después de muchos años, demostrada y aceptada universalmente su teoría.
Pero su descubrimiento fue mucho más allá de establecer la relación entre el mosquito y el terrible contagio. Su descubrimiento creó las bases de la erradicación de la fiebre amarilla y nos dio las herramientas que permitieron controlar otras importantes enfermedades infecciosas del ser humano abriendo así una nueva época en la historia de la medicina del mundo.
Finlay es reconocido como uno de los padres de la medicina de las enfermedades relacionadas a los trópicos y de las disciplinas ahora llamadas salud pública y epidemiología. Latinoamérica lo venera como su Pasteur y utiliza su grandeza para dar relevancia y honor al día en que celebra el trabajo y la contribución científica de sus trabajadores de la medicina.
Panamá lo honra y siempre recuerda la deuda que tiene con este sabio doctor de Camagüey, que con su brillante idea, hizo posible traer salud a estas tierras que eran descritas como un lugar de muerte.
Hoy Panamá se beneficia enormemente por el descubrimiento del Dr. Finlay, el cual hizo posible la construcción de su Canal.
El médico latinoamericano lo debe admirar como un ícono donde se conjugan las habilidades del clínico, del investigador, del naturalista con las virtudes de sabiduría, modestia y perseverancia. De él debemos de derivar fortaleza en estos tiempos difíciles, valorar el tesoro que es ser médico, la satisfacción de ayudar al que sufre y saber que debido a la naturaleza de nuestra misión seremos revindicados.
El nombre Carlos Juan Finlay, gigante de la medicina, está grabado no solo en el monumento en la Plaza de Francia, sino también en el monumento de la historia a los benefactores de la humanidad.
Latinoamérica lo honra y difícilmente lo podrá olvidar.
El autor es director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud

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